Declaración de Fe
Las creencias y valores esenciales de Ethnos360 son un parte íntegra de nuestro esfuerzo por plantar iglesias entre las etnias indígenas no alcanzadas.
Creemos:
- En la inspiración verbal y plenaria de las Sagradas Escrituras, y en su autoridad divina.
- En un solo Dios, que existe eternamente en tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
- En el Señor Jesucristo como auténtico Dios y verdadero hombre; su nacimiento virginal, humanidad intachable, muerte vicaria, resurrección corporal, intercesión actual, y su venida personal e inminente por su Iglesia.
- En la caída del hombre, que dio como resultado su separación completa y universal de Dios, y su necesidad de salvación.
- Que el Señor Jesucristo derramó su sangre y murió como sacrificio por los pecados de toda persona en el mundo.
- Que la salvación es don de Dios, gratuita, eterna, y no por obras; que la misma se recibe por medio de la fe personal en el Señor Jesucristo.
- Que el Espíritu Santo regenera dando vida divina y viene a morar personalmente en el creyente desde el momento en que éste pone su fe en Jesucristo para la salvación.
- En la resurrección corporal de los salvos quienes vivirán para siempre con el Señor, y en la resurrección corporal de los perdidos quienes sufrirán castigo eterno.
- Que la Iglesia, desde el día de Pentecostés, es el cuerpo de Cristo, conformado por todos aquellos que han confiado en Jesucristo como Salvador.
- Que es la responsabilidad de la Iglesia glorificar a Cristo por medio de predicar el evangelio al mundo y hacer discípulos de todas las naciones.
Sostenemos y enseñamos las siguientes posturas:
- El rapto pretribulacional de la Iglesia y el retorno premilenial de Cristo por la Iglesia.
- La interpretación histórico-gramatical de la Biblia.
- El alma que ha recibido salvación no se puede perder.
- Practicamos el bautismo de los creyentes por inmersión.
- No practicamos los popularmente denominados “dones de señal”.
Valores esenciales
Valoramos:
- La Palabra de Dios como nuestra autoridad absoluta.
- Una vida controlada por el Espíritu Santo.
- La dependencia de Dios.
- El rol y la responsabilidad de la iglesia local en la Gran Comisión.
- La disposición a sacrificarnos por Cristo y Su Iglesia.
- Las relaciones piadosas y la interdependencia en el ministerio.
- El potencial de los creyentes para ser usados por Dios para llevar a cabo la Gran Comisión.
- La excelencia y la urgencia en todo lo que hacemos para terminar la tarea.