17 de abril
Una traducción debe sustentarse en dos pilares para que sea buena en lo que respecta a la plantación de iglesias. Esos dos pilares son la alfabetización y el discipulado, sin los cuales la traducción, sin importar lo bien que haya sido hecha, no tendrá el efecto deseado, necesario para una buena plantación de iglesias.
He tenido el privilegio de ver la plantación de una iglesia en Bisorio, por dedicadas familias que trabajaron juntas de principio a fin usando la alfabetización y el discipulado para hacer que la traducción cobrara vida en un entorno tribal. Ahora, después de muchos años, la vieja y desgastada Biblia en idioma bisorio habla por sí misma. Está siendo leída gracias a la alfabetización, y otras aldeas han sido alcanzadas debido al discipulado.
Plantar una iglesia es mucho más que solo presentar un mensaje del Evangelio, son años de una entrega total a ellos porque han llegado a ser queridos para uno. En 1 Tesalonicenses 2:8 vemos que el apóstol Pablo lo resume muy bien: “Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos”. ¿Te diste cuenta que Pablo habló en plural y no en singular? Se necesita de un equipo para poner una traducción en las manos de un pueblo y para que haya una iglesia que pueda ir hasta el final, incluso a las regiones más apartadas.
Gracias por participar en el equipo, trabajando para poner el mensaje del Evangelio en las manos de los que no lo tienen, y sí, podemos terminar la obra que Él ha puesto en nuestras manos.
Jack
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