27 de agosto, 2017
Debo admitir que a veces dejo que las cosas pequeñas me fastidien; sé que no debería, pero resulta fácil estresarse cuando tratas de ir a algún lugar y las “cosas” se atraviesan o aterrizan en tu camino. En verdad necesito recordar que debería estar agradecido de que no aterricen en mi oído, en mi camisa o en la parte posterior de mi cuello.
Esta mañana, en mi camino a la iglesia a través del patio, este amiguito aterrizó en el camino en frente de mí. Normalmente me molestaría esto, pero afortunadamente noté que el bicho estaba sonriendo; solo quería tener un poco de diversión inofensiva. Supongo que podríamos decir lo mismo de este amiguito que me esperaba sobre un balde en el sitio donde celebramos las reuniones (de iglesia).
En conclusión, supongo que estoy aprendiendo que solo debo relajarme, las pequeñas cosas que me molestan son solo parte del entretenimiento… siempre y cuando no se posen en mi cuello.
Peticiones de oración:
Heidi y yo hemos estado en la aldea durante dos meses y nuestro vuelo para salir a la ciudad se aproxima en este fin de semana. Estamos ansiosos por ver a las tres nuevas familias misioneras y una soltera que se unieron a nuestro equipo de Luzón del norte mientras hemos estado en la aldea.
Terminamos lo que esperábamos lograr la semana pasada en la traducción de Romanos, y vamos a intentar añadir unos días más de revisión en esta semana.
Heidi logró preparar las traducciones de Génesis revertidas al inglés para enviarlas al consultor, y estará trabajando en las traducciones revertidas de Hechos en esta semana.
Además de esas cosas, Jonathan espera trabajar en la preparación del techo de Vicky para la instalación de nuevos paneles solares y Heidi tendrá tres estudios bíblicos para damas.
Gracias por sus oraciones,
Dios los bendiga,
Jonathan & Heidi
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