16 de octubre, 2016
Hola a todos,
Quería dejar una nota para decir gracias. Es posible que te preguntes: ¿por qué? Bueno, porque ayer hice funcionar, por primera vez, nuestro nuevo motor de la embarcación. Verás, en el caso de nuestra familia, viajamos a un sitio en PNG que está en medio del océano. Así que cuando viajamos a y desde esa isla, cubrimos una distancia de más de 160 km en el océano. A menudo demoramos haciendo este recorrido entre cinco y seis horas, y a veces nos hemos demorado más de nueve horas, pero esas son historias para otro momento.
Si no has tenido la oportunidad de experimentar lo que es navegar en medio del océano, entonces déjame decirte que es impresionante a veces, y no tan impresionante en otras ocasiones. Lo que quiero decir con eso es que a veces navegamos con un clima que es igual a estar en un lago tranquilo. En esos días podemos broncearnos y ver cosas como delfines, peces voladores, ballenas, tortugas marinas, y a veces incluso atrapamos peces como caballas españolas o atún. En esos días la vida en la embarcación es divertida.
Sin embargo, a veces podemos experimentar mares que causan lo que yo llamo el “efecto de nudillos blancos”. ¿Qué es eso? Son aquellos momentos en que estás conduciendo tu auto y no te das cuenta pero las condiciones han sido tan malas que tu forma de agarrar el timón se vuelve igual a un apretón de manos con Supermán. Y eso hace que tus nudillos se vuelvan blancos porque el flujo sanguíneo se detiene; bien, volvamos a la historia.
Es en esos días que los mares no son amigables que agradeces por tener una embarcación y un motor confiables. Hasta ahora hemos estado haciendo ese viaje con un solo motor que tiene casi diez años de antigüedad. Es posible que eso no suene viejo, pero cuando vives en este clima te das cuenta que la vida útil de los objetos se reduce drásticamente. Por ejemplo, la mayoría de las computadoras se corroe en solo un par de años, si tienes suerte; algunas duran solamente un año. Por consiguiente, cuando estamos navegando en mares agitados que requieren la misma atención que cuando se está conduciendo un auto sobre “hielo negro”, bueno, realmente no tenemos el lujo de recibir ayuda si el motor se descompone. Así que ahora tenemos un nuevo motor, pero además de ese tenemos un pequeño motor de repuesto en caso de que el motor principal falle.
Estos motores fueron comprados y enviados a nosotros por individuos y una iglesia de Estados Unidos que apoyan nuestro ministerio. Faye y yo estamos muy agradecidos por la decisión que tomaron muchas personas de proveernos estos motores. Es realmente el ejemplo de una comunidad de creyentes que se une para suplir las necesidades del Cuerpo de Cristo. Estamos agradecidos de saber que vamos a hacer este viaje con un poco más de seguridad. Muchas gracias por esta provisión para el ministerio y mi familia.
Deja un comentario