7 de mayo, 2017
¡No es posible!
¡La gente no podía creer la noticia! ¿Un helicóptero? ¿Aterrizando en tres humildes aldeas del Pacífico Asiático para transportar a líderes de la iglesia hasta una conferencia bíblica? ¡Las dudas eran muy grandes! Estos cristianos debían estar mintiendo.
“Si viene el helicóptero, me cortaré uno de mis dedos”, juró un hombre de una aldea.
En otro caserío un hombre hizo este juramento: “Si viene el helicóptero, daré mi casa y el terreno de mi huerto [a los líderes de la iglesia]”.
“Si aparece, prometo que toda la congregación dejará mi iglesia y empezará a asistir a la iglesia de ustedes”, declaró el pastor de una iglesia que enseña falsa doctrina en la tercera comunidad.
¡Palabras muy serias! En la cultura de los taliabos, promesas como esas son de carácter obligatorio y deben ser cumplidas. Entonces, ¿por qué se hicieron tales promesas?
“El hecho de que esta gente común y corriente declarara que un helicóptero vendría a recogerlos parecía una demostración de orgullo”, comentó el piloto en jefe de NTM Aviation, Daren Spence, quien visitó hace poco a los taliabos y escuchó la historia. “Normalmente solo los regentes o los gobernadores llegarían a una aldea pequeña en un helicóptero”.
Pero el día llegó; “en cada una de las tres aldeas hubo una conmoción total… porque nunca en la imaginación de la gente aparecería un helicóptero para recoger a tales aldeanos de clase baja”, añadió Daren.
Cuando el piloto Steffan Pyle se llevó a los asistentes a la conferencia, los espectadores se quedaron preocupados por sus promesas imprudentes.
Una semana después, el helicóptero regresó con los viajeros. Sin entrar en controversias, ellos extendieron libremente la gracia a aquellos que habían hecho los votos apresurados. Al hombre que había prometido dar su casa y sus huertos le pidieron que los conservara. El aldeano que había prometido quitarse un dedo no lo hizo. Y la mayoría de los miembros de la iglesia que enseña salvación por medio de buenas obras ahora está asistiendo a la iglesia que enseña la Biblia y están oyendo la Verdad. Incluso algunas personas de otra religión están asistiendo solo para ver qué está sucediendo.
“El Señor ha usado este evento… para reforzar el respeto por Su iglesia. La gente ha visto que estos cristianos son dignos de confianza. Cuando dicen que va a pasar algo, así sucede. No son mentirosos como se suponía que eran”, observó Daren.
“Estos vuelos solo fueron posibles porque el pueblo de Dios ha invertido en el programa de vuelos”, informa Daren. Cuando los creyentes dan para el fondo Patrocinio de Vuelos Misioneros, están ayudando a que los incrédulos vean a Dios en acción, proveyendo servicio de transporte aéreo para que los creyentes muy apartados tengan interacción con otros creyentes.
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