8 de noviembre
En algunas partes del mundo se les llama brujos o hechiceros, aquí son conocidos como hombres de veneno. Hombres que pueden, mediante el uso de conjuros y pócimas, lanzar encantamientos para ayudar, hacer daño, o aun matar a otras personas.
Kiung fue uno de ellos. Solía ser buscado por hombres y mujeres para que les hiciera esta magia o veneno a otros. Después de sumirse en eso durante varios años y no hallar las respuestas a la vida y la realización que buscaba, se volvió religioso.
La religión asume diferentes formas y creencias en todo el mundo. En muchos lugares de aquí, la religión consiste en una lista de leyes y normas que hay que cumplir, rezos y canciones que hay que cantar, y obras que hay que hacer para apaciguar a Dios y obtener sus bendiciones o tal vez incluso para ir al cielo.
Kiung fue uno de ellos. Se volvió religioso y comenzó a ascender en la escalera de ese sistema religioso e hizo algunos cambios radicales en su estilo de vida. Después de surgir en eso durante varios años y no encontrar las respuestas básicas y la seguridad que anhelaba, tuvo la oportunidad de escuchar la Palabra de Dios, enseñada claramente en una manera que nunca había conocido.
Por primera vez empezaban a llegarle respuestas. Ahora él es un pastor de la iglesia de la etnia patpatar y enseña y pastorea a aquellos que, como él, quieren respuestas, seguridad y realización. Hace un tiempo algunos de nuestros amigos vinieron, visitaron y comenzaron a hacerle preguntas a Kiung en cuanto a su testimonio. Él respondió a sus preguntas en la lengua franca mientras lo filmaban [Pulsa en este vínculo para ver el video (en inglés): https://vimeo.com/112324391].
(*Usa el ícono “Full Screen” a la izquierda de “vimeo” en la barra de herramientas inferior para facilitar la lectura de los subtítulos).
Aaron
Un hecho –Al final de esta semana, Kiung y yo ayudaremos a presentar un taller para misioneros plantadores de iglesias en el otro lado del país.